MANTENIMIENTO PREVENTIVO EN REFRIGERACIÓN

MANTENIMIENTO PREVENTIVO EN REFRIGERACIÓN

En el ámbito de la refrigeración industrial, la fiabilidad del sistema no es un valor añadido: es una exigencia crítica. Las paradas no planificadas pueden paralizar líneas de producción, generar pérdidas económicas importantes y comprometer la seguridad del producto final.

Ante este escenario, contar con un plan de mantenimiento preventivo bien estructurado no es una opción, sino una decisión estratégica que protege la operativa y mejora la rentabilidad.

¿Cómo se construye un plan de mantenimiento preventivo realmente eficaz?

Desde Bernad®, especialistas en instalaciones frigoríficas industriales, te explicamos los fundamentos clave para diseñar un plan de mantenimiento a medida, adaptado a las necesidades reales de cada instalación.

1. Inventario técnico completo y actualizado

Todo comienza por conocer a fondo los equipos. Es imprescindible tener un registro técnico detallado de cada componente: compresores, evaporadores, condensadores, válvulas, sensores, sistemas de control… Incluye fechas de instalación, especificaciones, mantenimientos realizados y condiciones de trabajo. Esta base documental es esencial para una planificación técnica coherente.

2. Priorización por niveles de criticidad

No todos los equipos tienen el mismo impacto sobre la producción. Por eso, clasificar por niveles de criticidad (alta, media o baja) permite asignar recursos de forma eficiente. Un compresor principal, por ejemplo, exige una vigilancia mucho más frecuente que un ventilador de apoyo.

3. Rutinas ajustadas a manuales y experiencia técnica

En Bernad® combinamos la información de los fabricantes con nuestra experiencia en campo para definir tareas de mantenimiento periódicas como:

  • Comprobación de presiones y temperaturas.
  • Inspección de fugas de refrigerante.
  • Limpieza de intercambiadores de calor.
  • Verificación de sistemas de drenaje y purga.
  • Calibración de sensores y sondas.

Cada acción debe tener una frecuencia clara: diaria, semanal, mensual o anual, según el tipo de equipo y su uso.

4. Gestión digital del mantenimiento

La digitalización del mantenimiento permite llevar un control preciso de todas las tareas. Con herramientas GMAO (Gestión de Mantenimiento Asistido por Ordenador), se automatizan alertas, se registran intervenciones y se accede a históricos técnicos útiles para auditorías o certificaciones. Algunas plataformas incluso integran sensores IoT para el monitoreo en tiempo real del sistema frigorífico.

5. Formación continua del equipo técnico

El mejor plan no funciona si no hay personal cualificado para ejecutarlo. La formación técnica especializada es clave para garantizar intervenciones seguras, eficaces y alineadas con las normativas. En Bernad®, la capacitación del equipo es parte de nuestro compromiso con la calidad del servicio.

6. Evaluación constante y mejora continua

Un buen plan de mantenimiento debe ser dinámico. Es fundamental revisar periódicamente los resultados, analizar indicadores clave como el tiempo medio entre fallos, los costes por intervención o las horas improductivas, y ajustar las rutinas según el estado real de los equipos y la evolución de la instalación.

Conclusión

Un plan de mantenimiento preventivo no es una simple lista de tareas. Es una combinación de análisis técnico, estrategia operativa y experiencia de campo. En Bernad®, entendemos que prevenir no solo evita fallos: prolonga la vida útil de la instalación, mejora la eficiencia energética y protege la rentabilidad del negocio.