Mejorar el consumo energético de las cámaras frigoríficas

Mejorar el consumo energético de las cámaras frigoríficas

Puede parecer que mejorar el consumo energético de las cámaras frigoríficas es complicado o muy caro. Pero cuando hablamos de rentabilidad los números hablan por sí solos. En este artículo te contamos las ventajas de mejorar dicho consumo y cómo poder lograrlo.

Optimizar la eficiencia para mejorar el consumo energético de las cámaras frigoríficas

La eficiencia energética es un alto valor añadido para cualquier cámara frigorífica. Se deben atender todas las necesidades que cubren estas instalaciones en condiciones cada vez más complicadas.

La mejora del funcionamiento de estas instalaciones ha sido durante mucho tiempo algo de baja prioridad. No obstante, esto ha ido ganando importancia con los años debido a que son inversiones a largo plazo y por ello todo lo que sea ahorro cuenta para decantarse por una instalación u otra.

Este ahorro viene principalmente de dos fuentes, el menor consumo eléctrico (esta energía cada vez es más cara) y la calidad del servicio que ofrece la cámara. Esto último, al estar la eficiencia optimizada, marca la diferencia con otra instalación de bajo presupuesto.

Hay que hacer estudios previos a la situación y el entorno real de la instalación. También se deben estudiar los puntos críticos de consumo en las cámaras frigoríficas o instalaciones de refrigeración, todo ello para conseguir lograr dos objetivos.

El primero es otorgar la situación ideal en el arranque del equipo compresor. Partiendo de los datos existentes y los que ofrece el fabricante (que serían los de funcionamiento ideal del equipo), hay que establecer una pauta de actuación para que la instalación consuma, en el arranque (este será el momento en el que necesite mayor potencia energética dado que empieza desde cero) la cantidad que sea estrictamente necesaria para tal efecto.

El segundo objetivo a lograr es obtener la mejora en la medición de condensación con diversas condiciones de funcionamiento. En este aspecto la prioridad será la de condensar a presiones muy por debajo de las que vienen siendo usadas. De esta forma se aminora el trabajo realizado por los compresores, lo que lleva a un ahorro energético elevado.

Estudio previo

De forma previa a la instalación se debe realizar un estudio previo. Este estudio debe contemplar dos factores fundamentalmente.

El primero es que el sistema debe contar con un equipo de ventilación adecuado y el segundo que será necesario llevar a cabo tareas de limpieza y mantenimiento de forma periódica.

Estos factores aseguran el correcto funcionamiento del equipo frigorífico, pero también optimizan el rendimiento del mismo reduciendo su consumo energético.

La temperatura de funcionamiento

La temperatura de condensación influye en el compresor de los equipos. Se sabe que si dicha temperatura alcanza los 35 ºC, la capacidad se reduce un 20 por ciento y la potencia absorbida alcanza el 10 por ciento. Y este es solo un ejemplo pero lo importante es que cuanto mayor sea esta temperatura, menor será la capacidad del compresor y la potencia absorbida.

Esta subida de temperatura indeseada puede provenir de dos fuentes fundamentalmente, suciedad en el condensador o por la ubicación del equipo frigorífico.

La localización es clave

Esto es algo determinante para optimizar el consumo energético de la cámara. Algunos de los consejos a seguir pueden ser no instalarlos en lugares de difícil acceso o sin ventilación. Evitar que el sol incida de forma directa en el condensador, ya que esto sube su temperatura. Tratar de que absorban aire fresco del exterior, expulsando el aire caliente usado. Por último, habría que tener en cuenta a los equipos frigoríficos que posean ventilador centrífugo, ya que este permite expulsar el aire de la condensación al exterior.

Como conclusión, cabe destacar que mejorar el consumo energético de las cámaras frigoríficas no es ni tan complicado ni tan costoso.